Todo comienza con la voz. A veces pesada y tremendamente poderosa, pero ágil y marcadamente precisa, la voz de Nusrat Fateh Ali Khan no solo encarna la tradición del qawwali sufí sino que es la esencia emotiva del canto en sí.
Descendiente de un linaje de cantantes qawwali de 600 años de antigüedad, la voz de Nusrat ha sido singularmente responsable de difundir la música devocional del sufismo en el mundo, desde que se convirtió en líder del grupo musical de su familia en 1971. Es una herencia formidable para una canción antigua. Originario del Irán del siglo X, el qawwali es la música del sufismo, una rama mística del Islam. Caracterizados por estados de éxtasis y sofisticación musical, los cantantes qawwali son portavoces del poder divino, con la tarea de captar la atención del público y elevar su conciencia para recibir un mensaje espiritual.
Aunque muchos de los oyentes de Nusrat no entenderán los idiomas urdu y punjabi en los que canta, su mensaje espiritual aún se comunica a través de las anhelantes vibraciones de su voz. Es una capacidad de traducción musical la que primero transportó su arte desde sus entornos religiosos para captar la atención de Peter Gabriel de Real World a principios de los años 1980. En el legendario sello, Nusrat lanzaría cinco álbumes de música tradicional qawwali, además de abrir su sonido para llegar a una audiencia global, gracias a colaboraciones cruzadas con el productor Michael Brook, quien creó los exitosos discos de fusión Mustt Mustt (1990). ) y Canción nocturna (1996).